Invierno en los Pirineos franceses
Ski & Spa
“Nunca pensé que los Pirineos eran montañas tan grandes”. Es una frase que he escuchado tantas veces que ya he perdido la cuenta. Los Pirineos son una cordillera cuyo nombre nos es muy familiar pero que, en realidad, mucha gente desconoce. Incluso para los europeos son una cadena montañosa que no atrae demasiada atención. Y os aseguro que, después de 25 años, cada vez que vuelvo a los Pirineos me sigo emocionando.
Los Pirineos se extienden 415 kilómetros desde el océano Atlántico hasta el mar Mediterráneo, y son la frontera natural entre Francia y España ¿Y si os digo que sólo en su vertiente francesa, los Pirineos tienen 39 estaciones de esquí? ¿Qué entre todas suman más de 1.000 kilómetros de pistas? ¿Qué pensaríais de sus 16 centros termales? ¿O de cimas tan míticas como el Pic du Midi o el Midi D´Ossau?
En las últimas dos décadas he viajado con mi tabla por casi todo el planeta. Me he deslizado por grandes Cordilleras, estaciones de esquí de renombre y preciosos paisajes nevados a lo largo y ancho del mundo. Acompañadme en este tour por las estaciones de esquí francesas del macizo pirenaico, y descubrir la singularidad y autenticidad de un destino en el que se mezclan deportes invernales, historia, gastronomía y termalismo. Y además descubriréis que los Pirineos son también montañas con poderío, orgullo y majestuosidad.
PIRINEOS en Mayúsculas.

¿EL TAMAÑO IMPORTA ?
Menos, es más. Es algo que he aprendido sobre los viajes de nieve y esquí. No siempre las mejores experiencias están en los destinos más grandes o famosos. Y da igual lo pequeña o grande que sea una estación. Lo importante es la nieve. La estación más pequeña con mucha nieve puede darnos más satisfacciones que la más grande con poca.
Mientras escribo estas líneas un 14 de diciembre las acumulaciones de nueve en los Pirineos franceses rozan los 3 metros de nieve en buena parte de las estaciones de esquí. Llega casi a los 5 metros en la de Piau Engaly. O sea que nieve, ya veis que no falta.
¿Y si os dijera que, sólo en el lado francés, los Pirineos cuentan con 39 estaciones de esquí que suman más de 1.000 kilómetros de pistas?
En cuanto al tamaño, es posible que por separado las estaciones de esquí no sean demasiado grandes, pero han sabido unirse para crear cinco grandes dominios accesibles con forfaits conjuntos en las distintas regiones pirenaicas. Todos ellos superan los 200 kilómetros de pistas, y el más grande llega hasta los 400. De esta forma cada día podemos esquiar en una estación distinta con el mismo forfait. No está mal ¿verdad?

Tocar el cielo
El Pic du Midi, con 2.577 metros ofrece una maravillosa vista panorámica sobre la Cordillera y el país de Bigorre. La pureza y la transparencia del aire que le rodea y las cualidades excepcionales del lugar han propiciado la instalación de un observatorio astronómico que permite a los visitantes contemplar las estrellas durante los programas de animación sobre la astronomía “les soirées étoilées”.
Un domo 5 Estrellas
Este Igloo-Hotel está construido con una mezcla de madera y metal que le da una sensación cálida y moderna. Situado en la estación de Gourette, está equipado con una estufa de leña, muebles de diseño, una nevera y un cuarto de baño y aseo. En su agradable calidez, disfrutarás de la calma del lugar, de un baño nórdico, de una cena con champán, de una noche acogedora y de un desayuno gourmet.

UNA ESTACIÓN PARA CADA UNO
La pasión por la montaña y el esquí viene de lejos. Se respira. El Pirineo ha sido la cuna de campeones y grandes deportistas invernales como el snowboarder campeón de freeride y reconocido explorador Xavier Delerue, local de la estación de St. Lary; la triple campeona mundial junior Laure Bosc, qué entrenó en la famosa estación nórdica del Plateau de Beille; o el mundialmente famoso corredor de montaña y esquiador extremo catalán Kilian Jornet, cuya infancia y adolescencia transcurrió en las montañas de la Cerdaña.
Hay pequeños y auténticos pueblos de montaña, y estaciones que os sorprenderán por su tamaño
Sea cual sea el esquí que os motive encontraréis estaciones que os llenen de gozos. Hay para todos: desde estaciones tranquilas de corte más familiar como Val Louron o Pyrenees 2000, hasta trepidantes retos freeride de hasta 1.700 metros de desnivel en míticas montañas como el Pic du Midi. Hay grandes y soleados valles como el de la Cerdaña, y hay valles cerrados de corte alpino como Gourette. Hay grandes urbanizaciones con todos los servicios a pie de pista como Saint Lary, pero sobre todo hay pequeños y auténticos pueblos de montaña como Luz-Saint-Sauveur o Font Romeu. Y también hay estaciones que os sorprenderán por su tamaño, como Peyragudes, Piau Engaly o Tourmalet, la más grande de todas.

PLACERES NÓRDICOS
Pero no todo es esquiar. Hay un sinfín de actividades extras con las que disfrutar de la nieve y el invierno. Y os lo puedo contar porque he tenido la suerte de comprobarlo. He recorrido inmensos circuitos de esquí de fondo, de hasta 36 kilómetros, en preciosas estaciones como Pont d´Espagne. He probado mi puntería en un circuito de biatlón en el Plateau de Beille (por cierto, no es muy buena). He recorrido con raquetas de nieve las faldas de las murallas de Gavarnie, cuya belleza llegó a cantar el escritor Victor Hugo. He pedaleado en fatbikes por las pistas de Luz Ardiden, y paseado en trineo de perros en Hautacam. ¡E incluso he hecho cañonismo invernal en Gourette! Aun así, todavía me quedan muchas actividades por probar: espeleología, escalada en hielo, parapente… Como veis, las posibilidades son numerosas. Tanto, que lo más complicado es elegir.
Desde la época de los romanos, las aguas del Pirineo -sulfatadas, alcalinas, fluoradas o cloradas- son famosas por sus propiedades curativas
SKI & SPA
El placer de unas buenas vacaciones invernales también se siente en los momentos de relax. ¿Se os ocurre algo mejor para relajaros que un buen spa? A mí tampoco. Pues bien. El Pirineo francés es líder en el concepto Ski&Spa. Forma parte de su legado. Muchos de sus pueblos han sido históricamente lugar de asueto y terapia gracias a sus aguas termales. Desde la época de los romanos, las aguas del Pirineo -sulfatadas, alcalinas, fluoradas o cloruradas- son famosas por sus propiedades curativas.
Cauterets, Bagnère-de-bigorre, Barège… son algunas de las 18 estaciones termales que ofrecen estas montañas. Aunque la reina de todas ellas probablemente sea Luchon. Ya famosa en la época galo-romana por sus baños, Luchon es una ciudad termal cuyas aguas han sido a lo largo de la historia cortejadas por la alta sociedad – desde Richelieu hasta Napoleón III, pasando por Alexandre Dumas, Gustave Flaubert- y que ha conservado una arquitectura elegante, un estilo Belle Epoque que le confiere todo su encanto. Su principal atracción: el vaporarium, un inmenso hamam natural, ¡único en Europa!

AUTÉNTICOS Y SOSTENIBLES
Por último, hay un “je ne sais quoi” en el Pirineo francés. Puede que sea que muchos de sus pintorescos pueblos hayan sabido conservar su patrimonio histórico, así como muchas costumbres y tradiciones que a menudo comparte con España. Puede que sea que hay vida más allá de los remontes, y que no se detiene cuando las nieves se derriten. Puede que sean sus lugares auténticos, esos edificios muchas veces en decadencia que esconden años de historia, pero que mantienen cierto aroma a viejo mundo que embriaga a los que saben observarlo y valorarlo con atención.
Los pueblos y estaciones del Pirineo francés son lugares para vivir. Son destinos de talla humana. Hay colegios con niños e iglesias con misas. Hay granjeros tomando el “apéro” y hosteleros que practican esquí de montaña. No hay masificaciones ni prisas; pero sí muy buenos quesos, cervezas artesanales y vinos del país.
Hay granjeros tomando un “apéro” y hosteleros que practican el esquí de montaña
Como apasionado del esquí y el snowboard os puedo asegurar una cosa: si venís al Pirineo, no os defraudará. Venid y disfrutad del esquí en cualquiera de sus estaciones. Relajaros en un centro termal en compañía de vuestros amigos, pareja o familia. Y cenar una buena “garbure” en alguno de los restaurantes tradicionales que no os costará encontrar. Cuando lo hagáis, acordaros de esta recomendación, y luego contadme si estaba o no en lo cierto.
Bon hiver à tous.
¡Bienvenido a los Pirineos!
Vive y disfruta de los más de 1.000 km de pistas del Pirineo francés. Para sacar más partido a tu estancia en la nieve; para saber si el tiempo pinta bueno o incierto; para descubrir a qué saben los grandes momentos en la montaña; para detener tu tiempo en las 39 estaciones del Pirineo francés. Aquí, empieza todo.