El mayor riesgo de unas vacaciones en Suecia es que te sientas tan abrumado por la belleza del país que te quedes. Es lo que le ocurrió a Sylvia Adams, fotógrafa de naturaleza y propietaria de Amazing Nature Scandinavia. Aquí están sus 5 joyas favoritas en el centro de Suecia.

Oriunda de Bélgica, Sylvia es una apasionada de la fotografía de naturaleza. Para los fotógrafos de naturaleza, Suecia es un lugar ideal. Al fin y al cabo, en Suecia apenas hay veinte personas por kilómetro cuadrado. Lo que significa que queda mucha naturaleza para los numerosos animales que habitan el país. En uno de sus viajes a Suecia, pensó que podría quedarse. Se había enamorado por completo de este hermoso país. Y eligió la provincia de Västmanland, donde se encuentra la mayor densidad de bosques de Europa. En 2017 fundó Amazing Nature Scandinavia para poder compartir todos sus descubrimientos con los demás. “Para un fotógrafo de la naturaleza, no hay mejor lugar en este mundo”, dice Sylvia. “Esta abrumadora naturaleza es algo que quiero compartir con vosotros a través de talleres de fotografía, safaris de vida salvaje y otras actividades al aire libre”.

Pero entre todas esas experiencias, también hace falta pasar la noche en algún lado. Y, por supuesto, preferiblemente en lugares especiales. Sylvia descubrió bastantes. Aquí está su top 5 de las perlas más especiales de Suecia Central.

En el centro de Suecia no sólo hay naturaleza y experiencias al aire libre. Si lo que buscas es lujo, en el señorial Färna Herrgård podrás dormirte en los laureles. También lo hace el rey sueco de vez en cuando. Así que estás en buena compañía.

La inmensa casa de campo Färna Herrgård se alza majestuosa entre los bosques de Skinnskatteberg. Este monumento a la industria del hierro fue en su día propiedad del holandés Abraham Mommas, que comerciaba aquí con hierro y alquitrán. Hoy en día, la casa solariega y sus dependencias son un hermoso y muy elegante hotel en el que las habitaciones, amuebladas de forma clásica, desprenden con un estilo contemporáneo la riqueza y la opulencia del pasado . Y un spa, con todos sus adornos, es por supuesto una necesidad. El hecho de poder alquilar una parte del balneario para uso propio es, obviamente, el máximo lujo.

Es aquí donde el actual rey de Suecia, cuando es temporada, viene a quedarse entre sus partidas de caza de alces. Es su lugar favorito. “Vaya, prueba esto”, grita el fotógrafo Frits mientras me entrega su botella de limonada de ruibarbo. Sirvo un poco en un vaso. Vaya, está bueno. “Procede del ruibarbo de nuestros propios campos”, dice la camarera del restaurante de Färna Herrgård. “También hacemos nuestro propio helado con él”, dice mientras sirve mi plato de lubina frita de su propio lago. Casi todo lo que hay en el plato es de cosecha propia.

RECURSO NATURAL
No mucho más tarde estamos caminando por esos campos. Además de los campos con ruibarbo,en el bosque abundan las frambuesas, las fresas silvestres, los arándanos y los cerezos silvestres. Puede que en el pasado hubiera riqueza bajo tierra, pero hoy la riqueza natural crece y florece por doquier. Por encima de nosotros vuela un águila pescadora. El agua del lago situado detrás de Färna Herrgård brilla bajo el sol de verano. Bajo la superficie del agua, los meros juegan. Los grillos cantan su canción. En el campo descubrimos un mausoleo de uno de los antiguos propietarios de la finca. Está muy apropiadamente construido con ornamentos de color turquesa y azul, producto residual de la producción de hierro.

Y hay más indicios del pasado de hierro de Färna Herrgård. Una tubería de madera recorre cientos de metros sobre el terreno. Como resultado, el agua fluye de un lago a otro, creando energía aun hoy en día. Unos 500 kilovatios. Suficiente para quinientos hogares. Färna Herrgård obtiene su propia energía, el resto se vende a la compañía energética. Las tuberías están ahí desde principios del siglo pasado, cuando la ferrería necesitaba la energía, y siguen funcionando.

Es una finca mágicamente hermosa. “Prueba a tumbarte en el musgo verde y mirar al cielo entre las copas de los árboles”, dice Wenche Engström, propietaria de la finca.

Casi me como los dedos cuando me dan el postre, de nuevo todo de nuestro propio jardín. “La comida es importante, no sólo nutritivamente, sino también como regalo para la vista y el paladar”, se regodea Wenche. “Es una sensación especial cuando sabes que los productos vienen de nuestro propio huerto y de los agricultores de la zona. En manos de nuestra jefa de cocina Inga-Lena Eriksson y su equipo, los productos se transforman en deliciosos platos”. Färna Herrgård. Un verdadero lujo.

En los vastos bosques de Västmanland, a dos horas al oeste de Estocolmo, la naturaleza se une a la vida rural. Aquí, en Ulvsbomuren, en la granja de Hellen Wistrand, puedes experimentar los sabores puros de Suecia. Y Hellen lo sabe todo sobre la fauna y las aves de la zona.

Ulvsbomuren se encuentra a unos diez kilómetros al noroeste de la pequeña ciudad de Ramnäs, junto al río Kolbäcksån. La industria del hierro era fuerte en esta zona y las ferrerías cedían terrenos forestales a los agricultores que, a su vez, suministraban madera y carbón a las fábricas. Así es también como surgió Ulvsbomuren en el siglo XVII.

Su propietaria, Hellen, lo ha convertido en una cálida y contemporánea posada. Y acogedora. ¿Te gustaría ayudar a alimentar a los corderos o ir de expedición para estudiar la danza de apareamiento del urogallo? Puedes hacerlo. Los alces se pasean de vez en cuando por los campos.

Fundirse con la naturaleza sueca da hambre. Por suerte, Hellen cocina como las estrellas con ingredientes frescos de la granja y la naturaleza circundante. Los productos propios de la granja, como el cordero, las hortalizas, las frutas, las bayas y las hierbas, se mezclan de forma reflexiva y creativa con ingredientes del bosque, como la caza, las setas, las bayas silvestres, el pescado y los cangrejos de río de varios lagos de la zona. Recién cosechado, bien preparado, sabroso y delicioso.

Bajo la batuta de Hellen es pura diversión.

No hay mejor manera de despertarse que con vistas a tu propio lago privado. En el Hotel Sommarhagen puedes elegir entre alojarte en la antigua vicaría, en una habitación de hotel flotante o en una casa de cristal construida sobre las colinas a orillas de un hermoso lago. ¿Quieres ir en canoa?

En el pasado, no hace tanto tiempo, los pequeños propietarios de Östergötland caminaban cuatro horas de ida y cuatro horas de vuelta -hiciese el tiempo que hiciese- para asistir a los servicios religiosos aquí, en la antigua vicaría del siglo XVII. Hoy en día, Sommarhagen es un hotel acogedor con un sublime restaurante dirigido por la maravillosa Marianne y su marido Bengt-Göran.

Aquí, en medio de la naturaleza del sur de Östergötland, a sólo 2,5 horas de Estocolmo o Gotemburgo, la mayoría de la gente conduce por el centro de la carretera. Es así porque es menos probable que te cruces con otros automovilistas en la carretera que con alces y otros animales salvajes.

Te despiertas en el hotel con vistas a los caballos que pastan en los campos y bosques. Pero Sommarhagen también ofrece dos lugares muy especiales para pasar la noche en el bosque.

En un pontón en un lago se encuentra una cabaña nueva, una habitación de hotel flotante. Con las puertas abiertas, te duermes plácidamente con el suave murmullo del agua. Tu canoa está esperando, por supuesto.

Pero también las dos casas de cristal que Marianne y su marido han construido en la ladera de una colina con vistas a otro lago. Sólo se tarda un minuto en bajar a la orilla, donde se puede encender una hoguera o dar un paseo nocturno en canoa por tu propio lago durante la noche. Y cuando se acerca el verano, la luna da la luz azul más hermosa que jamás hayas visto, así que parece que estás remando hacia el Valhalla.