Editorial
Cambiar la mirada
“Quizás sean buenos tiempos para volver a disfrutar de lo más sencillo y cercano. De volver a aproximarnos con curiosidad a paisajes y gentes que dábamos por conocidos. De tomar algún desvío. Hablar con desconocidos. Cambiar la mirada.”
Disfrutad del viaje
¿Cuál ha sido el mejor viaje de vuestra vida? En estos meses de confinamiento y movilidad reducida me he acordado mucho de mi tío Camilo. Él fue el que me hizo esta misma pregunta, curioso por saber cuál de los muchos destinos que había visitado en mi vida me había impresionado más. Pero lo interesante no fue mi respuesta, fue la suya cuando yo le devolví la pregunta.
Mi tío Camilo creció en una humilde familia de cinco hermanos, en una época en la que la clase media en España no tenía tantas oportunidades de viajar al extranjero. De hecho, incluso las lunas de miel era común que se disfrutasen en destinos nacionales como Canarias en vez de los súper viajes que hoy se pegan los recién casados alrededor del mundo…
Pues bien. Para mi tío, el mejor viaje de su vida fueron los 600 kilómetros que separaban su casa en Madrid de su pueblo en las montañas de Asturias. En los años 70 hizo ese viaje en coche con tres de sus hermanos. 13 horas. Sin autovías. Cantando en el coche, riendo chistes, comiendo en el camino… Su cara de felicidad contándome la aventura lo decía todo. Y es una anécdota que siempre me ha hecho pensar en la obsesión por asociar grandes viajes a grandes distancias. Y no amigos. Los grandes viajes son aquellos que recordamos principalmente porque nos hemos reído, porque hemos conocido a gente interesante, hemos comido muy bien, nos ha unido más a la gente con la que convivimos, o nos ha hecho percibir la realidad de otra forma y nos ha transformado…Y para eso no hace falta viajar muy lejos.
Tampoco es que crea que haga falta abrir los 7 chakras en cada viaje que hagamos, pero quizás estos tiempos sean buenos para volver a disfrutar de lo más sencillo y cercano. De volver a aproximarnos con curiosidad a paisajes y gentes que dábamos por conocidos. De tomar algún desvío. Hablar con desconocidos. Cambiar la mirada. Y sobre todo agradecer que podamos seguir haciéndolo con salud y en compañía de los nuestros.
Mi tío ya nunca podrá disfrutar de otro viaje a su pueblo en Asturias. Yo le recordaré cada vez que lo haga. Disfrutad del viaje.
Buen verano a todos.
Fco. Javier González
Editor Jefe / Edición en español